miércoles, 25 de mayo de 2016

martes, 24 de mayo de 2016

¿Qué es la Misoginia?

¿Qué es un misógino?












La depredación humana

















Diapositivas elaboradas para el 
24 de mayo
Día Internacional de la Mujer por la Paz y el Desarme

UNA MUJER DEJA DE SER VICTIMA DE LA VIOLENCIA CUANDO:

Deja atrás el miedo y el peligro

Se valora a sí misma

Recupera la salud y el equilibrio

Termina con los abusos y las humillaciones

Es una mujer humilde que se aferra a la verdad, a la luz y a la vida 

Deja de ser una pusilánime

Dispone de tiempo, dinero, deseos, aspiraciones del propio cuerpo  y del hogar.

Recobra la confianza en sí misma

Vuelve a tener familia, amigos, vecinos...

Es independiente y autónoma


META RESTAURAR A LAS MUJERES, SUS DERECHOS, LIBERTADES Y GARANTÍAS

                             

  


                    




viernes, 13 de mayo de 2016

Neuroeducación para la paz

Por: Miguel Eduardo Martínez Sánchez
Profesor asociado, Facultad de Medicina y coordinador académico de la Maestría en Fisiología 

Universidad Nacional de Colombia


Para desaprender el fanatismo, la obcecación, el prejuicio o la intolerancia, Colombia necesita una educación para la paz apoyada en los principios de la neurociencia de la cognición social y los procesos de paz realizados en otras latitudes, referentes del aprendizaje efectivo de la inteligencia colectiva, la cual se modifica desde la experiencia de la inteligencia individual.

A través del ensayo La inteligencia fracasada. Teoría y práctica de la estupidez, el filósofo español José Antonio Marina se ocupa de realizar una disección minuciosa de ese fenómeno común a todos los humanos, a través de cuatro tipos de fracasos: cognitivos, afectivos, del lenguaje y voluntad.


El resultado de su ejercicio es un inventario casi exhaustivo de aquellos atributos encarnados en los más reconocidos personajes que, como agentes del fracaso, habitan en las narrativas literarias y cinematográficas, desde Sísifo hasta Ulises Lima (heterónimo del poeta mexicano Mario Santiago Papasquiaro), y desde Eurídice hasta la Maga (uno de los personajes de Rayuela de Julio Cortázar).

Marina, uno de los filósofos que ha encontrado resonancia en el gran público y por tanto despierta cierto desdén en el mundo académico universitario, convoca a un estudio más serio y científico sobre la estupidez humana, para ello utiliza el mismo esfuerzo que se hace por caracterizar su contraparte, la inteligencia, y a partir de este llamamiento abroga también por su enseñanza.

Según el ensayista y pedagogo, la inteligencia es “la capacidad de un sujeto para dirigir su comportamiento, utilizando la información captada, aprendida, elaborada y producida por él mismo.”

La lectura de este libro alimentó mis crecientes sospechas sobre lo que en ocasiones considero una cierta “ingenuidad” por parte de las neurociencias contemporáneas. Ellas se ocupan de la emoción, la memoria, la musicalidad, el aprendizaje, la planeación, la anticipación y un largo etcétera de dominios “positivos” de la condición humana, pero prácticamente separan el “lado oscuro”: la maldad, la violencia, la corrupción, el engaño y la brutalidad.

Al despuntar el siglo XXI, las agencias del gobierno estadounidense centraron buena parte de los objetivos de financiación en develar en una década (2000-2010) de investigación científica las bases de las enfermedades cerebrales degenerativas. Durante este tiempo, los estudiosos del cerebro se dieron a la tarea de entender, entre otros aspectos, las bases neurales de la cognición (si se quiere léase con una enorme licencia, la inteligencia) humana, hoy conocida como neurociencias.

No se estudia la estupidez

De la gran cantidad de áreas del conocimiento que se desprendieron a partir de esa empresa inicial, en la actualidad existe un acervo inabarcable que incluye a la neuroética, neuroeducación, neuroeconomía, neuromarketing y otra docena más de “neurodisciplinas”, interesadas en precisar cómo funcionan los sustratos cerebrales que dan lugar a los cientos de rasgos que caracterizan la cognición y, por qué no, la condición humana.

No se requiere mayor esfuerzo de indagación bibliográfica para darse cuenta de que estas disciplinas se ocupan muy tangencialmente de los atributos de la estupidez que señala Marina.

En ese sentido, no hay una neurociencia del prejuicio, del dogmatismo, del automatismo del discurso, del malentendido, de la impulsividad, de la indecisión, de la inconstancia y de la obcecación, por señalar solo esos fracasos de la inteligencia, reconocidos con facilidad como rasgos característicos de la sociedad.

Por el contrario, existe una creciente y desbordante bibliografía que se ocupa de indagar las estructuras cerebrales encargadas de vincular a los seres humanos,  entender la mente de los demás y  ponerse en el lugar del otro.

Se trata de comprender cómo funcionan juntas las estructuras que constituyen el “cerebro social”, denominado así por la mayoría de los autores. Estos estudios agregados y sistematizados reciben el nombre de cognición social o, más específicamente, neurociencia de la cognición social.

Inteligencia y estupidez, en los mismos módulos del cerebro

Dejando de lado el tema de las “neuronas en espejo”, que atrae la imaginación del público con inmensa facilidad, es importante realizar algunas referencias a autores, cuyas obras de divulgación pueden ser esenciales, cuando se intenta elaborar una reflexión sobre la utilidad de la neurociencia de la cognición social, para el proceso de paz que afronta el país.

En 1997, Andrew Meltzoff de la Universidad del Estado de Washington sorprendió con su explicación sobre el papel de la imitación gestual de los bebés, a partir de allí emprendió un camino hasta postular su hipótesis del Like me (Como yo) en 2005. En síntesis, esta teoría postula que desde la imitación gestual infantil se construye la comprensión del otro como uno igual a mí.

Por otra parte, Michael Tomasello, del Instituto Max Planck, ha elaborado un camino similar con sus estudios sobre la cognición en primates, cuyo resultado fue publicado en el libro ¿Por qué cooperamos? En su texto, el psicobiólogo estadounidense, describe a la especie humana como la única con capacidad para meterse en problemas.

Otra referencia es Ralph Adolphs, del Instituto de Tecnología de California (Caltech, por sus siglas en inglés), quien consolida una propuesta sobre la estructura del cerebro social, en la cual recoge atributos ya descritos destinados al funcionamiento cerebral, como la jerarquización, la estructura modular y la interconexión espacio temporal de estos módulos para la ejecución de diversas tareas. 

Para ello articula sobre este cerebro social tareas aparentemente diversas, como el procesamiento sensorial, la evaluación de las recompensas, motivación, emoción, empatía y emoción moral.

De acuerdo con Adolphs, profesor de psicología y neurociencias, el funcionamiento del cerebro social fundamenta la cognición social, y esta a su vez el comportamiento y funcionamiento social.

El recorrido intelectual en este mismo campo de uno de los padres de la neurociencia cognitiva y de la noción de organización modular del cerebro, Michael Gazzaniga, también exhibe rasgos similares; si intuitivamente se consideran dos de los títulos de su extensa bibliografía personal, El cerebro social (1993) y El cerebro ético (2005).

Según Gazzaniga, algunos módulos cerebrales sirven para todo, desde la socialización y la emoción, hasta la toma de decisiones y planeación. La neurociencia contemporánea estudia solamente los aspectos positivos y no aspectos negativos como la estupidez. Incluso si se estudiara, es improbable que se encuentren el núcleo de la estupidez o las neuronas de la estupidez, simplemente lo que se hallará es que tanto en una como en otra (inteligencia y estupidez) participan los mismos módulos.

Modificar la inteligencia colectiva

¿Qué se puede aportar al articular las reflexiones filosóficas de José Antonio Marina sobre la estupidez con algunos de los muchos autores que hoy se refieren a una neurociencia de la cognición social? La respuesta es contundente: una aproximación en clave de esperanza.

Uno de los ámbitos que plantea Marina es la inteligencia colectiva, desde la cual se puede analizar, por ejemplo, el actual proceso de paz. En tal sentido, los circuitos cerebrales tienen capacidad de entender lo que le sucede al otro y se pueden modificar a través de la experiencia. De esta manera, las neurociencias proveen un marco tranquilizador, porque es posible que la inteligencia colectiva sea modificable.

En consecuencia, es importante aludir los casos exitosos de procesos de paz en otros países, los cuales podrían ser referentes del aprendizaje efectivo de la inteligencia colectiva, aunque para ello se requiere que la inteligencia individual también se modifique.

Si bien los fracasos ya señalados como rasgos compartidos por los colombianos parecen fijos e inmutables, la neurociencia contemporánea muestra un cerebro con capacidad de desaprender y aprender a lo largo de toda la vida.

De esta manera, surgen más inquietudes, ¿se pueden desaprender el fanatismo, la obcecación, la intolerancia, la manipulación del malentendido, el prejuicio…? ¡Por supuesto que sí!, sólo se requiere de una educación para la paz basada en principios pedagógicos, articulados sobre la neurociencia de la cognición social, en otras palabras, Colombia necesita de neuroeducación moral para la paz.

viernes, 6 de mayo de 2016


miércoles, 4 de mayo de 2016

Cumplir la misión

No puedo parar de trabajar. 
Tendré toda la eternidad para descansar
Madre Teresa de Calcuta

Una mente en paz,
una mente centrada
que no se enfoca en dañar a otros
es más fuerte que cualquier fuerza física del Universo
Wayne Dyer

Hay una cosa en este mundo que nunca debe ser olvidada.
Si uno olvidara todo lo demás, pero no se olvidara de ésta,
no habría de qué preocuparse.
En cambio si uno recordara e hiciera todo sin olvidar nada excepto ésta, 
entonces no habría hecho nada en absoluto.
Es igual que si un rey te hubiera enviado a un país
a cumplir una determinada misión.
Tú vas y realizas cientos de otras tareas,
pero si no realizas aquella específica que te encargó el monarca,
sería como si no hubieras hecho nada.
De un modo similar,
 el hombre ha venido a este mundo para realizar una tarea específica,
conocer a Dios.
Ése es su propósito. 
Si no lo realiza, no habrá hecho nada en absoluto.
Rumi

La Madre Teresa de Calcuta es un icono a nivel mundial en la caridad, el amor al prójimo y el servicio a los y las demás. 

En agosto del 2004 en la Iglesia de San Isidro en Bogotá el Párroco me regaló la biografía de la Madre Teresa y luego ví una película biográfica y me inspiró la manera como escuchó su corazón, la confianza que puso en la Divina Providencia y como la vida la fue llevando y guiando para cumplir con la Misión de Vida y Amor encomendada y que hoy en día es la OBRA DE SERVICIO AL PRÓJIMO MÁS GRANDE DEL PLANETA: LAS MISIONERAS DE LA CARIDAD.

En primer lugar la Madre Teresa tuvo una época de preparación: ingresó al convento, se formó, tomó los votos, dejó a sus padres, a su país, llegó a un país extraño, aprendió la nueva cultura y se desenvolvió como profesora en la comunidad en la cual había ingresado. Este tiempo de preparación fue de años.

Luego llegó el momento del llamado: el momento en el cual una voz, una insistencia en su mente, en su alma y en su corazón le decía que había cumplido el ciclo con esa comunidad y debía empezar otra labor, otra comunidad empezando aparentemente de cero, porque estaba empezando a partir de las bases firmes y sólidas de la preparación.

Empezó su labor sin dinero, en un basurero de Calcuta, enseñando a leer y a escribir, el tablero era el suelo y la tiza un palo, esta escuela inició en el barrio más pobre de Calcuta.

No basta el simple llamado, hay que escuchar y actuar. Escuchar la VOZ, la CONCIENCIA, el ÁNGEL, interpretar las SEÑALES, y no confundirse con el RUIDO... con el SABOTEO INTERNO Y EXTERNO... los DEMONIOS...

Todos y todas tenemos una misión, una vocación, la vida nos va preparando, llega el momento del llamado, del escuchar, del actuar y como tenemos libre albedrío podemos cumplir nuestra misión o irnos contra ella.

La misión exige lealtad, somos desleales con nuestra misión cuando nos desviamos. 

Volver a encaminarnos no es fácil y el Desierto con sus demonios nos confunde.

En mi caso he tenido un gran tiempo de preparación, hubo el llamado y por épocas estoy con mi misión y luego me he desviado del cumplimiento de mis sueños para enredarme en los sueños o para ser más precisos en las pesadillas de los y las demás para dejar mi propia vida y mi propia misión a un lado.

En estos momentos estoy viviendo el retomar mi camino, mis sueños con amor propio y auto respeto para cumplir mi misión con disciplina y sin distracciones.

La Madre Teresa vivió el auto saboteo de no cuidarse y se enfermó, la primera lección de servicio que aprendió: para servir al prójimo la primera persona que hay que cuidar es a uno mismo para poder tener fuerzas de cuidar a los demás. 

Hay que comer y hay que dormir. Sin comer y sin dormir lo más probable es la debilidad, el desmayo, la enfermedad, la desnutrición, la hospitalización, la incapacidad etc... Florence Thomas escribió un artículo maravilloso al respecto: Una condición para el cuidado de otros: El valor del cuidado de sí

Cuando la Madre Teresa inició su labor de cuidar a los moribundos, leprosos y parias en Calcuta trabajó en un templo y vivió el saboteo de terceros, gente que no era capaz de hacer la tarea que ella hacía y ellos tampoco realizaban dicha labor. Como dice el dicho popular: gente que no raja, ni presta el hacha.

La Madre Teresa padeció ese factor negativo de la condición humana: los celos y las envidias de personas pertenecientes al clero y que se oponían a la fundación de su comunidad.

Rudy Parecin Mareno un recordado amigo brasilero me habló alguna vez del desierto y los demonios: espíritus cuya misión es confundirnos, tomar posesión de nuestra atención, de nuestro tiempo, de nuestros recursos y son expertos en el arte de la distracción, son embaucadores, encantadores de serpientes, nos hipnotizan y vienen en distintas presentaciones: robadores de sueños, robadores de tiempo, llamadores de atención, vampiros por absorción, vampiros por bombardeo, víctimas, pobrecitos, recostados, gente desubicada, gente irrespetuosa, gente confundida, gente corrupta, seductores, aguas mansas, cacos, estafadores, charlatanes, depredadores, explotadores, oportunistas, saboteadores, vividores, timadores etc...

También están los ángeles: el ejército poderoso y amoroso de ayuda celeste y terrenal, los espíritus y personas que apoyan, que inspiran, que son puente, con mensajes constructivos, positivos y respetuosos por ejemplo las primeras misioneras y todas las vocaciones, la autoridad que permitió que continuara la Madre Teresa y sus misioneras sirviendo en el templo, el padre jesuita que la apoyó y la inspiró para que continuara con la constitución de las Misioneras de la Caridad, los donantes, los voluntarios, los orantes, en fin el VERDADERO AMOR CON HECHOS y moviendo montañas, que parte el mar en dos y hace que las cosas fluyan. 

Como no somos santos, ni santas como la Madre Teresa, somos simples mortales, ahí vamos avanzando con nuestra misión en medio de nuestros autosaboteos, auto zancadillas, padeciendo el saboteo de terceros, sufriendo el cáncer de la envidia y el actuar distractor y saboteador de los demonios.

Dios es rico en misericordia y envía ángeles, muchos ángeles, unos son mensajeros, otros son sanadores, otros son puentes, otros son guerreros de luz y nuestros protectores espirituales en mi caso mi Amado Padre que no me abandona ni de día, ni de noche.

Para sacar adelante las Misioneras de la Caridad, la Madre Teresa tuvo disciplina mental, espiritual, corporal, relacional y actitudinal.

Pensaba y hablaba en positivo, tenía FE y ESPERANZA, actuaba, no se quejaba, iba para adelante, confiaba en la DIVINA PROVIDENCIA y su plan era que no tenía ningún plan, fluía. Valoraba lo grande y lo pequeño y estaba llena de GRATITUD por servir y por amar. Su intención era correcta, su palabra impecable y su actuar amoroso.

No me imagino a la Madre Teresa con "depresiones", con dramas absurdos emocionales, hormonales y sentimentales, hablando superficialidades y ociosidades, en otras palabras distrayendo la mente, la palabra, la acción y el tiempo propio y ajeno en lo que no es.

No me imagino a la Madre Teresa elaborando inventos para "robarle" a la gente su vida, sus sueños, su tiempo, su energía y sus recursos.

No me imagino a la Madre Teresa chismoseando por teléfono, ni en vivo ni en directo, ni siendo disociadora, ni inventándose conflictos, componendas y trampas, promoviendo falsedades, induciendo en error y hablando lo que no es, en otras palabras promoviendo ejercicios de calumnia, injuria, difamación y corrupción.

No me imagino a la Madre Teresa distrayendo la plata de las Misioneras en un casino, ni tomando trago, ni consumiendo drogas, ni comprando armas, ni convertida en prestamista con la plata ajena, ni tomando plata prestada para no pagarla.

No me imagino a la Madre Teresa saboteando la vida, los sueños y los proyectos de los y las demás.


No me imagino a la Madre Teresa negando los derechos fundamentales a las personas.


La Madre Teresa estaba ocupada. sirviendo y trabajando: educando a la gente, cuidando a los enfermos y moribundos, cuidando a los bebés rechazados, fundó escuelas, hospitales, centros de oración y acogida, la Madre Teresa era amor con hechos, y sus hechos y frutos son concreción de los derechos humanos y fundamentales de las personas.

La Madre Teresa estaba centrada y concentrada en lo que estaba. ¿Y en que estaba? La Madre Teresa estaba cumpliendo disciplinada y lealmente su misión. Ella decía: hay que ser FIEL.

Todos y todas tenemos una misión, no somos islas en el mundo, tenemos libre albedrío: podemos elegir entre cumplir y no cumplir nuestra misión, podemos elegir entre ser ángeles o demonios y podemos elegir entre la felicidad y la infelicidad.

El principal AMOR es el AMOR PROPIO que conlleva el AUTO RESPETO y la AUTO VALORACIÓN.

El AMOR es AUTO CUIDADO, RESPETO, LIBERTAD y CRECIMIENTO. 

Estoy volviendo a mi misión, porque cumplir mi misión y ser leal a ella, es la mejor forma de amarme a mí misma y amar a los y las demás.

Muchas veces he abandonado mi propia vida por vivir vidas y sueños ajenos, en un ejercicio insano de ayuda a cambio de amor, en esos ejercicios insanos de ayuda a cambio de amor, terminan convirtiéndose en ejercicios de utilización, lastimamos a los y las demás y nos lastimamos a nosotros mismos.

Te ayudo a cambio de que me ames, en lugar de te ayudo porque te amo: el ayudar para suplir una carencia afectiva y emocional es el reflejo de una enorme falta de amor propio y auto respeto, la ayuda se brinda cuando se la piden a uno y se ayuda hasta donde humanamente se puede y se ayuda con y desde el amor, no para que nos amen, nos paguen o nos agradezcan, como dice el dicho popular haz el bien y no mires a quien.

Retomé el amarme a mi misma, corté todas las relaciones que me agredían, porque cuando uno se quiere y se respeta, no permite situaciones, ni relaciones de irrespeto, agresión, ni oportunismo.

Robin Norwood habla de los niveles espirituales y actitudinales de las personas, hay personas básicas, primitivas e instintivas; hay personas del nivel medio que se debaten entre lo mental y lo corporal y están los seres iluminados, crísticos, no conflictuados como la Madre Teresa, seres ubicados en el SER y el SER guía el camino y la misión sin distracciones, los seres iluminados ya superaron las confusiones del orden instintivo, mental y espiritual. Los iluminados son seres con claridad en el pensar, el sentir, el hablar y el actuar y por lo tanto son congruentes en todo sentido.

Miguel Ruiz en los CUATRO ACUERDOS, el QUINTO ACUERDO y la MAESTRÍA DEL AMOR explica quienes son y como se comportan las Víctimas, los Guerreros y los Maestros. 

Las víctimas se expresan con el chismorreo y viven el infierno. 

Los guerreros se debaten entre el Cielo y el Infierno, entre la Verdad y la Mentira.

Los Maestros son Armonía, Amor y Verdad a veces no necesitan ni hablar para que llegue el Mensaje, los Maestros viven el Cielo en este mundo. Los Maestros: perdonan, aman y aceptan tal como lo hacía la Madre Teresa de Calcuta, ella no daba discursos sobre el amor, la Madre Teresa de Calcuta amaba y como expresaba ese amor con hechos: cumpliendo su misión.

Los ángeles son mensajeros ¿Qué clase de mensajes transmitimos?

El mejor acto de amor es inspirar a la gente a que cumpla su misión y administre bien sus dones, talentos y carismas, cumplir nuestra misión es un acto maravilloso de amor propio y de amor por los demás. El mayor acto de egoísmo es robar, sabotear y destruir los sueños y la vida de las personas.

La CREACIÓN es el mejor ejemplo de los sueños hechos realidad una Mente Superior, una Fuente Infinita de Amor, el CREADOR, en lo personal: Dios Nuestro Señor se manifiesta a través de la belleza de su obra, el firmamento infinito, las estrellas, el mar, los árboles, las flores, el reino animal y su obra cumbre: EL SER HUMANO: enredado en sus propios dones y talentos, enredado en sus hormonas y depresiones, enredado en el alcohol, las drogas y otras adicciones, el Ser Humano, capaz de lo más sublime, a menos que sean patologías, todos y todas tenemos el libre albedrío y toda la posibilidad para ser CREATIVOS, AMOROSOS, BELLOS, BONDADOSOS, ABUNDANTES, EXPANSIVOS Y PRÓSPEROS. 

Hay un dicho que dice el que mucho abarca, poco aprieta, es mejor lo poco bien y no mucho mediocre, lo que se haga: hacerlo bien y también reza el dicho zapatero a tus zapatos, el EGO nos tiende trampas. 

Cuando se actúa desde el SER primero se aprende, hay que reconocer nuestras fortalezas y nuestras debilidades, también ubicar las fortalezas y las debilidades de los demás.

Steve Jobs construía equipo y no cualquier equipo: su equipo eran los mejores. Pablo Motos nos dice que además de saber, la gente debe ser buena gente, lo fundamental: LA BUENA GENTE.


Hay que tener humildad para aprender, equivocarnos, caernos y lo más importante levantarnos y reconocer lo que son nuestros dones, carismas y talentos y ubicarnos en el lugar que nos corresponde, con la gente que nos corresponde y realizar la misión encomendada.

Cuando estamos disciplinados en nuestra misión, con la mente en paz y centrada como lo expresa Wayne Dyer los resultados los tenemos a la vista: aviones, cohetes, barcos, computadores, celulares, ipad, obras de arte, de arquitectura, ingeniería, avances en el pensamiento y producción académica, obras de servicio maravillosas y un largo etc... la mente y el corazón humanos cuando están coordinados y centrados son la fuerza creativa más maravillosa del Universo y con el permiso del Creador se realizan milagros y se intenta con su venia bendita emular su obra.

El mayor acto de amor y de paz es realizar nuestros sueños y cumplir nuestra misión e inspirar a los y las demás a que realicen sus sueños y cumplan su misión.

La felicidad, los dones, los talentos y los carismas están dentro de nosotros mismos, no son externos, nuestro cuerpo es sagrado es el vehículo, es el templo en el cual habita el SER, el ESPÍRITU, el CREADOR y la mejor manera de honrar nuestro Ser y nuestro Cuerpo es cumpliendo disciplinada y lealmente nuestra Misión.


Recomiendo una entrevista maravillosa sobre la fidelidad y la lealtad a uno mismo Entrevista a Bibi Andersen un ser humano extraordinario y la lectura de Narciso y Goldmundo de Herman Hesse... muchos caminos nos llevan a la misión y a la sabiduría.