sábado, 19 de agosto de 2017

El Príncipe de la Paz

Nuestro Señor Jesucristo 
un Revolucionario de la Libertad y del Amor
comprometido, vital y visceral...
expulsó a los mercaderes del templo
a puro ¡látigo!
Por convertir 
la casa de oración para todas las naciones
en una cueva de ladrones.
Un pacifista indignado y enfurecido

Jesús expulsa del Templo a los mercaderes

Sn. Jn. II, 13-22

Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén, y halló en el templo vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y cambistas sentados. Hizo un azote de cuerdas, y los echó a todos del Templo con las ovejas y los bueyes, tiró las monedas de los cambistas y volcó las mesas. Y dijo a los vendedores de palomas: “Quitad esto de aquí: no hagáis de la casa de mi Padre un mercado”.  Sus discípulos se acordaron que está escrito: “El celo de tu casa me devora”.

Entonces los judíos le dijeron: “¿Que señal nos das para obrar así?” Jesús les respondió: “Destruid éste templo y en tres días lo levantaré”.  Los judíos le replicaron: Se edificó el templo en cuarenta y seis años, ¿Y tú lo levantarás en tres días?” Más Él hablaba del Templo de su cuerpo.

Por eso, cuando resucitó de entre los muertos, se acordaron sus discípulos que ya lo había dicho, y creyeron en la Escritura y en la palabra de Jesús.

·       El único acto de violencia  que el Evangelio presenta en el comportamiento de Jesús sucede en defensa de la dignidad del Templo de Dios.
·       Actúa como Mesías, como enviado de Dios, con toda autoridad.
·       La Pascua era y es la gran fiesta de los judíos,  que les recuerda la noche   en que pasaron de la esclavitud a la libertad en Egipto.
Todos visitaban el Templo y ofrecían sacrificios aún los judíos que vivían en el extranjero procuraban  llegar al Templo de Jerusalén.
·       ¿Por qué se disgustó Jesús? Porque  era un escandaloso negocio. Lo que pasaba era que cuando alguien iba a ofrecer un sacrificio Anás Y Caifás  y otros sacerdotes exigían que los animales fueran sin mancha alguna, y tenían personal que inspeccionaba  que así fuera y cuando los animales no habían sido comprados en el Templo encontraban pretexto para regresarlos y así podían vender sus animales a precios muy elevados.

Eso sin contar con que el Templo es y debe ser un lugar de recogimiento y oración y se había convertido en un lugar ruidoso con los bramidos de los animales y los gritos de los cambistas quienes también se aprovechaban de los extranjeros comprándoles a muy bajo precio sus monedas para negociarlas después.

Jesús se enojó y mucho porque estaban desacralizando la casa de Dios. Cada sitio merece respeto con mayor razón lo que es sagrado.

·       Es curioso observar como mientras azota las cuerdas para alejar a los arrieros, a los bueyes y a las ovejas y voltea las mesas de los cambistas, a los que tenían palomas en sus jaulas solamente les pide que las alejen de allí y no emplea violencia porque  los pobres animales no podían moverse solos  y los hubiera lastimado al voltear las jaulas. Jesús siempre ha sido compasivo y considerado en grado extremo.

·       La actitud de Jesús no fue en vano  nos enseña ha respetar la Casa de su Padre.
·       El celo de tu casa me devora.  Los discípulos recordaron esa frase del Salmo 68 que habla del Mesías.
·       ¿Qué señal nos das para obrar así?    Habían venido muchos falsos Mesías  que habían hecho que el pueblo concibiera esperanzas que resultaron falsas. Por eso piden una señal milagrosa que lo acredite como Hijo de Dios.
·       Destruid este Templo y en tres días lo levantaré. Jesús sabía que el templo de Jerusalén sería destruido en el año 70 por el general romano Tito pero en esta ocasión hablaba del templo de su cuerpo. 

Ningún otro templo ha sido destruido tan sistemáticamente como el templo más sagrado que ha existido, el cuerpo de Jesús en su Pasión. La Cúpula, la Cabeza fue destrozada por la corona de espinas y los bofetones. El Atrio, los pies desechos por los clavos igual que las Naves, sus manos. Las Paredes, su piel destrozada por los golpes y los latigazos. El Altar,  su Corazón, atravesado por la lanza. Pero todo ese Templo, el más sagrado del mundo fue reedificado maravillosamente al tercer día, al resucitar Jesús.

·       San Pablo también nos aclara que se debe honrar no solo  la Casa de Dios cuando dice: “No saben acaso que ustedes son el Templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Quien destruye el templo de Dios, será destruido por Dios, porque el Templo de Dios es Santo y ustedes son ese Templo.

·       Por eso: Respeto y veneración a la casa de Dios en primerísimo lugar,  pero también quien maltrata a una persona o la humilla, la calumnia o la desprecia, quien le quita la vida a un ser humano  ya sea adulto o en el vientre de su madre, quien le roba la inocencia a un niño, el que viola o en alguna forma atenta contra otro ser humano comete un verdadero sacrilegio porque todos somos templos vivos del Espíritu Santo y recordemos que el única momento de violencia de Jesús que consigna el Evangelio  fue cuando no se respetó ni se honró el templo y cada persona que se cruza en nuestro camino es un templo vivo.

Ma. de Lourdes Rodríguez Cruz.

Bibliografía:
El Evangelio Explicado   P. Eliécer Salesman
Libro de los Salmos.
Epístola de San pablo a los Corintios.

viernes, 11 de agosto de 2017

Invitación Misa Tercer Año Carlos Alberto Romero Lozano


Te prestaré por un tiempo unos padres 
 para que los ames mientras vivan. 

Podrán ser 10, 20, 30 años o más 
 hasta que los llame. 

Te pregunto: 
 ¿Podrás cuidarlos ? 

 Quiero que aprendas a vivir con ellos, 
 les he buscado unos hijos 
y te he elegido a ti. 

No te ofrezco que se quedarán contigo para siempre, 
solo te los presto. 

Ellos te darán ternura 
y te darán alegría por tenerte. 

El día que los llame no llorarás ni me odiarás porque los regresé a Mí. 

Su ausencia corporal quedará compensada 
por el amor y por los muchos 
y agradables recuerdos.

Ten presente que si algo te entristece, 
 que si el golpe del dolor te hiere algún día, 
tu pena es mía y así, con todo esto, 
tu luto será mas llevadero 
y habrás de decir con agradecida humildad:

¡HÁGASE, SEÑOR, TU VOLUNTAD! 

Autor desconocido

viernes, 31 de marzo de 2017

Desintoxicarnos de los DRAMAS...

Hablar únicamente de los problemas 
es amplificar la energía del problema 
es centrarnos en lo que no se quiere.

Pensar, hablar y actuar 
sobre las soluciones 
es centrarnos en lo que se quiere.

Como dicen los musulmanes:
Hay gente que se acostumbra 
tanto a la tempestad 
que no sabe vivir sin el drama...
Patricia

Para crear, es indispensable creer...
Miguel Ángel Cornejo

Sé el Maestro de tu Destino
no el Esclavo de tus Problemas...


Cuando nos preguntan: 
¿Cómo estás? 
¿Qué contestas? 

Dejemos por un momento las lamentaciones 
y olvidemos un poco nuestros problemas, 
para dar paso a las buenas noticias! 

Rompe ese hábito, deja lo negativo, lo triste, 
lo que te deprime, y no hables más de eso!

Empieza a alegrar tus pláticas y conversaciones 
con lo positivo que te rodea, 
con las bendiciones que Dios te ha dado, 
con las alegrías que te dan ciertas situaciones.... 

A la gente le gusta hablar con gente positiva,
con gente que los contagie de su felicidad, 
con personas que ven el lado bueno a las situaciones,
sé TÚ uno más y disfrutarás más la vida... 

¿Cómo estás? 
MUY BIEN, 
gracias a Dios, 
con la bendición de un día más de vida 
y con mi sentidos y mi cuerpo listo 
para disfrutar el hermoso día de HOY... 

 ¡Sé Feliz! 

jueves, 30 de marzo de 2017

Luz y sombra: Carta de San Pablo a los Efesios



Hermanos, antes ustedes eran tinieblas, 
pero ahora son luz en el Señor. 
Vivan como hijos de la luz
Ahora bien, el fruto de la luz es 
la bondad, la justicia y la verdad. 

Sepan discernir lo que agrada al Señor, 
y no participen de las obras estériles de las tinieblas; 
al contrario, pónganlas en evidencia. 

Es verdad que resulta vergonzoso aun mencionar 
las cosas que esa gente hace ocultamente. 

Pero cuando se las pone de manifiesto, 
aparecen iluminadas por la luz, 
porque todo lo que se pone de manifiesto es luz. 

Por eso se dice: 
Despiértate, tú que duermes, 
levántate de entre los muertos, 
y Cristo te iluminará. 

Cuiden mucho su conducta 
y no procedan como necios, 
sino como personas sensatas 
que saben aprovechar bien el momento presente
porque estos tiempos son malos. 

No sean irresponsables, 
sino traten de saber cuál es la voluntad del Señor. 

No abusen del vino que lleva al libertinaje; 
más bien, llénense del Espíritu Santo. 

Cuando se reúnan, 
reciten salmos, himnos y cantos espirituales, 
cantando y celebrando al Señor de todo corazón.

miércoles, 8 de marzo de 2017

martes, 28 de febrero de 2017

La armadura de Dios, la lengua y la sabiduría de lo alto

LA ARMADURA DE DIOS

10. Por lo demás, fortalézcanse en el Señor 
con su energía y su fuerza.

11. Lleven con ustedes todas las armas de Dios,
para que puedan resistir las maniobras del diablo.


12. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas,
sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras,
los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.


13. Por eso pónganse la armadura de Dios,
para que en el día malo puedan resistir
y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.


14. Tomen la verdad como cinturón, la justicia como coraza;
15. tengan buen calzado, estando listos para propagar 
el Evangelio de la paz.

16. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe,
y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio.


17. Por último, usen el casco de la salvación 
y la espada del Espíritu,
o sea, la Palabra de Dios.


18. Vivan orando y suplicando.
Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu.
Velen en común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca,
intercediendo en favor de todos los santos, sus hermanos.


19. Rueguen también por mí, para que, al hablar, 
se me den palabras
y no me falte el coraje para dar a conocer 
el misterio del Evangelio


20. cuando tenga que presentar mi defensa, 
pues yo soy embajador encadenado de este Evangelio.

21. Si quieren noticias de mí y de lo que hago,
se las dará Tíquico, nuestro hermano querido y ministro fiel en el Señor.

22. Lo mando precisamente para que les dé noticias nuestras y los conforte a todos.

23. Que la paz, el amor y la fe vengan de Dios Padre y de Cristo Jesús, el Señor, sobre los hermanos.


24. Y que la gracia esté con todos aquellos que aman 
a Cristo Jesús, nuestro Señor, 
con amor auténtico.




LA LENGUA


Santiago 3
Reina-Valera 1960 (RVR1960)

3  Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.

2 Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

3 He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo.

4 Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.

5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !!cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!

6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;

8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.

9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.

10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.

11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?

12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

LA SABIDURÍA DE LO ALTO

13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.

14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;

15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.

16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.

17 Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.

18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.

viernes, 6 de enero de 2017

domingo, 25 de diciembre de 2016

¡Feliz Navidad!

Navidad: Luz que rompe nuestras Tinieblas...

«Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres» (Tt 2,11). Las palabras del apóstol Pablo manifiestan el misterio de esta noche santa: ha aparecido la gracia de Dios, su regalo gratuito; en el Niño que se nos ha dado se hace concreto el amor de Dios para con nosotros.

Es una noche de gloria, esa gloria proclamada por los ángeles en Belén y también por nosotros hoy en todo el mundo. 

Es una noche de alegría, porque desde hoy y para siempre Dios, el Eterno, el Infinito, es Dios con nosotros: no está lejos, no debemos buscarlo en las órbitas celestes o en una idea mística; es cercano, se ha hecho hombre y no se cansará jamás de nuestra humanidad, que ha hecho suya.

Es una noche de luz: esa luz que, según la profecía de Isaías (cf. 9,1), iluminará a quien camina en tierras de tiniebla, ha aparecido y ha envuelto a los pastores de Belén (cf. Lc 2,9).

Los pastores descubren sencillamente que «un niño nos ha nacido» (Is 9,5) y comprenden que toda esta gloria, toda esta alegría, toda esta luz se concentra en un único punto, en ese signo que el ángel les ha indicado: «Encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lc 2,12).

Este es el signo de siempre para encontrar a Jesús. No sólo entonces, sino también hoy. 

Si queremos celebrar la verdadera Navidad, contemplemos este signo: la sencillez frágil de un niño recién nacido, la dulzura al verlo recostado, la ternura de los pañales que lo cubren. Allí está Dios.

Con este signo, el Evangelio nos revela una paradoja: habla del emperador, del gobernador, de los grandes de aquel tiempo, pero Dios no se hace presente allí; no aparece en la sala noble de un palacio real, sino en la pobreza de un establo; no en los fastos de la apariencia, sino en la sencillez de la vida; no en el poder, sino en una pequeñez que sorprende.

Y para encontrarlo hay que ir allí, donde él está: es necesario reclinarse, abajarse, hacerse pequeño. 

El Niño que nace nos interpela: nos llama a dejar los engaños de lo efímero para ir a lo esencial, a renunciar a nuestras pretensiones insaciables, a abandonar las insatisfacciones permanentes y la tristeza ante cualquier cosa que siempre nos faltará. 

Nos hará bien dejar estas cosas para encontrar de nuevo en la sencillez del Niño Dios la paz, la alegría, el sentido de la vida.

Dejémonos interpelar por el Niño en el pesebre, pero dejémonos interpelar también por los niños que, hoy, no están recostados en una cuna ni acariciados por el afecto de una madre ni de un padre, sino que yacen en los escuálidos «pesebres donde se devora su dignidad»: en el refugio subterráneo para escapar de los bombardeos, sobre las aceras de una gran ciudad, en el fondo de una barcaza repleta de emigrantes.

Dejémonos interpelar por los niños a los que no se les deja nacer, por los que lloran porque nadie les sacia su hambre, por los que no tienen en sus manos juguetes, sino armas. 

El misterio de la Navidad, que es luz y alegría, interpela y golpea, porque es al mismo tiempo un misterio de esperanza y de tristeza. 

Lleva consigo un sabor de tristeza, porque el amor no ha sido acogido, la vida es descartada. Así sucedió a José y a María, que encontraron las puertas cerradas y pusieron a Jesús en un pesebre, «porque no tenían [para ellos] sitio en la posada» (v. 7): Jesús nace rechazado por algunos y en la indiferencia de la mayoría.

También hoy puede darse la misma indiferencia, cuando Navidad es una fiesta donde los protagonistas somos nosotros en vez de él; cuando las luces del comercio arrinconan en la sombra la luz de Dios; cuando nos afanamos por los regalos y permanecemos insensibles ante quien está marginado.

Pero la Navidad tiene sobre todo un sabor de esperanza porque, a pesar de nuestras tinieblas, la luz de Dios resplandece. Su luz suave no da miedo; Dios, enamorado de nosotros, nos atrae con su ternura, naciendo pobre y frágil en medio de nosotros, como uno más. 

Nace en Belén, que significa «casa del pan». Parece que nos quiere decir que nace como pan para nosotros; viene a la vida para darnos su vida; viene a nuestro mundo para traernos su amor. No viene a devorar y a mandar, sino a nutrir y servir.

De este modo hay una línea directa que une el pesebre y la cruz, donde Jesús será pan partido: es la línea directa del amor que se da y nos salva, que da luz a nuestra vida, paz a nuestros corazones.

Lo entendieron, en esa noche, los pastores, que estaban entre los marginados de entonces. Pero ninguno está marginado a los ojos de Dios y fueron justamente ellos los invitados a la Navidad. Quien estaba seguro de sí mismo, autosuficiente se quedó en casa entre sus cosas; los pastores en cambio «fueron corriendo de prisa» (cf. Lc 2,16).

También nosotros dejémonos interpelar y convocar en esta noche por Jesús, vayamos a él con confianza, desde aquello en lo que nos sentimos marginados, desde nuestros límites. Dejémonos tocar por la ternura que salva. Acerquémonos a Dios que se hace cercano, detengámonos a mirar el belén, imaginemos el nacimiento de Jesús: la luz y la paz, la pobreza absoluta y el rechazo.

Entremos en la verdadera Navidad con los pastores, llevemos a Jesús lo que somos, nuestras marginaciones, nuestras heridas no curadas. 

Así, en Jesús, saborearemos el verdadero espíritu de Navidad: la belleza de ser amados por Dios. 

Con María y José quedémonos ante el pesebre, ante Jesús que nace como pan para mi vida. 

Contemplando su amor humilde e infinito, digámosle gracias: gracias, porque has hecho todo esto por mí.

Papa Francisco
Mensaje de Navidad 2016

Pesebre al aire libre en el Santuario de Monserrate en Bogotá
Fotografía: Patricia Romero Sánchez. Diciembre. 2016.


Navidad es la CULTURA DEL AMOR.
Navidad es VIDA.
Navidad es DAR y al SERVIR.
Navidad es GRATITUD.
Navidad es LUZ, COLOR y ALEGRÍA

sábado, 17 de diciembre de 2016

Conversatorio 25 años de la Conciliación Extrajudicial en Derecho en Colombia

CONVERSATORIO 25 AÑOS DE LA CONCILIACIÓN
Extrajudicial en Derecho
Centro de Conciliación CREARC
Educación Continuada
17 de diciembre de 2016
SÍNTESIS
 ASPECTOS  JURÍDICOS Y PSICOSOCIALES DE LA
 CONCILIACIÓN
UN ACERCAMIENTO A LA NEGOCIACIÓN
Conversatorio 25 Años de La... by on Scribd

lunes, 14 de noviembre de 2016

Que significa el saludo: ¡Paz y Bien!

San Francisco y santa Clara de Asís saludaban a la gente de su época con la expresión "Pace e Bene!" o "¡Paz y Bien!". 

Esta pequeña frase expresa mucho: 
que disfrutes de buena salud, 
que estés tranquilo y feliz, 
que no pases necesidades, 
que se respete tu dignidad, 
que tu bondad interior florezca, 
que el mundo en que vivimos conozca esta paz profunda. 
Era una bendición, una esperanza y una manera de reconocer la santidad de aquéllos con quienes se encontraban.

El buen samaritano o saber ayudar...


La Ley de Ayuda explicada por Diana Cadena Muñoz en Ángeles y Mándalas

1. Ayudar a quien nos PIDE AYUDA.

2. Querer AYUDAR desde el fondo de nuestro corazón.

3. Mostrarle el camino a la persona, pero no solucionar por ella su problema; hay que ofrecer herramientas para que construya su propia solución, de lo contrario terminaríamos cargando con sus dificultades.

4. Respetar la decisión de la persona de poner en práctica o no nuestro consejo

La ayuda del buen samaritano se traduce en:

·       Curar
 ·       Transportar
 ·       Albergar  

Delega el cuidado del otro, el samaritano no se queda con el moribundo toda la vida, no genera dependencias, codependencias, ni lazos insanos.

Existen ayudas insanas: te ayudo para que me ames, en lugar de te ayudo porque te amo y eres libre de seguir tu camino, tu misión y tu don. El buen samaritano ayuda, suelta y deja ir.

El samaritano comparte la tarea de prestar ayuda con otras personas, promueve la solidaridad. 

La acción solidaria alcanza su finalidad cuando logramos hacer realidad un “auténtico servicio”

El samaritano ve, se conmueve y actúa.

El prójimo es cualquier persona necesitada que encontremos en el camino de la vida.

El arte del acompañamiento: prudencia, comprensión, esperar, docilidad al Espíritu.

El arte de escuchar y comunicarnos con el otro: es la capacidad del corazón que hace posible la proximidad, sin la cual no existe un verdadero encuentro espiritual.

El Papa Francisco nos enseña que la cultura del encuentro, la justicia y el respeto recíproco, es lo único que puede asegurar el bienestar espiritual y material de los ciudadanos.

¿Cuál es el prójimo preguntó Jesús? El que tuvo piedad.

El buen samaritano actúa con humanidad.

El buen samaritano ayuda a la persona que es molida a palos, que está herida y medio muerta.

El buen samaritano es próximo: mira, se conmueve y actúa con misericordia.

El buen samaritano no deja a medias su acto solidario, él sirve de manera auténtica.

La solidaridad además de ser individual también es colectiva y social.

La proximidad es importante, ser prójimo de cualquier persona en el camino de la vida.

El buen samaritano llega hasta el final, no basta con esforzarnos,
debemos garantizar que nuestra colaboración sea efectiva.

El buen samaritano no tiene aversión hacia sus hermanos.

El buen samaritano apoya siempre para bien, nunca para hacer el mal.

El buen samaritano ama con misericordia y ternura infinitas.