sábado, 31 de mayo de 2025

María se pone en camino: ejemplo de servicio, amor y alegría

Magnificat

Proclama mi alma
la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios,
mi salvador;
porque ha mirado la humillación
de su esclava.

Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
–como lo había prometido a nuestros padres–
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén























La Parroquia de Nuestra Señora de Belén - Monfortiana es realmente como María Santísima: servicio, amor, alegría y misión.

María Santísima se entera por el Ángel que su anciana prima Isabel está embarazada de seis meses y sale con prontitud a una región montañosa a ayudarla hasta que Isabel tiene el bebé. 

Hubo procesión, misa y deliciosas empanadas y lo más hermoso que tiene esta Parroquia es su gente, gente sencilla y humilde, llena de la riqueza más grande, un gran amor a Dios que expresa en el servicio.