martes, 14 de agosto de 2007

Presentación de las líneas temáticas Interculturalidad, Género y Construcción de la Paz en el 1er. Foro Internacional de Resolución de Conflictos

El 25 y 26 de junio de 2007 se realizó en el Auditorio Lleras de la Universidad de los Andes en Bogotá, el Primer Foro Internacional en Resolución de Conflictos “Red América Latina”. Este evento fue organizado por La Facultad de Administración de la Universidad de Los Andes, la Sección Internacional de la Asociación de Resolución de Conflictos (ACR) y la Agencia de Cooperación Alemana (GTZ), entidad miembro de la Alianza Educación para la Construcción de Cultura de Paz.

El propósito del Foro fue propiciar un espacio para conocer y compartir experiencias, así como actualizarse en metodologías y prácticas innovadoras desarrolladas en América Latina para la Resolución de Conflictos; también, se busca visualizar la orientación de una posible Red de Resolución de Conflictos en esta zona del continente americano.

El evento tuvo como nodos temáticos las experiencias y mecanismos de resolución de conflictos en el ámbito organizacional, y las experiencias y enfoques desarrollados a nivel social y comunitario en resolución de conflictos y construcción de la paz.

A partir de las reflexiones y teorías que expone en su último libro Imaginación moral, el arte de contribuir a la paz, Jean Paul Lederach explica que la mediación tiene una parte esencial de lenguaje informal: lo primero que hay que hacer es generar un espacio transformador circundando el conflicto. Asimismo, subraya que la mediación se parece mucho a un proceso artístico: «en la mediación no dejamos de mejorar la técnica pero la esencia son momentos que superan a la técnica».

Por otra parte, en las investigaciones sobre cómo las víctimas habían superado un ciclo de violencia, llegó a la esencia de la cultura de la paz y definió cuatro pautas de imaginación moral. En primer lugar, la capacidad de imaginarse las relaciones con los demás, incluyendo al enemigo. En segundo lugar, la capacidad de imaginarse la complejidad como amiga y no como enemiga y de no caer en dualismos. En tercer lugar, la imaginación que dice que los seres humanos siempre somos capaces de llevar a cabo actos creativos. Y en cuarto lugar, la capacidad de riesgo, «dar un paso en lo desconocido».


CREARC asistió y participó con las abogadas conciliadoras y voluntarias Gloria Stella Velandia Botello y Patricia Romero Sánchez compartiendo la experiencia:

INTERCULTURALIDAD, GÉNERO Y CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ
El contenido de la experiencia se puede consultar en:

*En la fotografía de izquierda a derecha Juan Pablo Lederach, Patricia Romero Sánchez y Herbert Ortega. Fotografía de Alfredo Chub.

Consultar:

Con base en lo propuesto por Lederach en su conferencia Imaginación Moral y enseñanzas de la telaraña para el trabajo en red compartimos con Uds. el Mito de la Araña que enseñó a las Wayúu a tejer...


SUCHUKUA A´ANAA SUTUMA WAYYU KAAMAIRÜ
EL TEJIDO, MITO Y LEYENDA


"...Wale ´Kerü es la araña,

la única que enseñó a los wayuu.
Haciendo caminitos les mostró la forma
de tejer y crear los dibujos..."


Wale ´Kerü siempre hace los dibujos antes de la primavera.

Wale'kerü es una tejedora! apenas amanecía y ya tenía hechas fajas y chinchorros.

Los Wayuu le preguntaban que cómo lo había hecho y ella entonces comenzó a contarles...

Ware'kerü enseñó primero a una sola mujer... Yo les enseño a tejer, si a cambio ustedes me dan un burro o una cabra... les decía.

Entonces los Wayuu le dieron sus prendas y collares.
Wale'kerü se enamoró de un Wayuu y un día se fugó con él.

Él, la llevó donde su familia y la madre del Wayuu le dijo: ...toma éste material para que hagas las fajas... y Wale'kerü se comió todo el algodón.

De su boca salía el hilo ya torcido y preparado.
Wale'kerü tejía por la noche y al amanecer ya tenía una faja hecha.

Un día Wale'kerü dijo a los Wayuu ustedes creen que yo soy una cualquiera ... vengo a observar que no han podido hacer lo que ustedes aspiran...

Entonces Wale'kerü empezó a hacer un caminito con cada dibujo y ellos aprendieron.

Enseñaba a las muchachas que permanecían en el encierro: les pedía mucha atención, que no miraran hacia los lados, que no se distrajeran, pues ella no podía estar enseñando siempre ...

Las mujeres Wayuu aprendieron entonces de Wale'kerü y ésta las observaba cuando tejían en el telar.

Ellas le decían: quítate! tú eres muy pipona... qué haces aquí pipona!

Ella les respondía: ...si supieran ustedes que tengo en mis manos los mejores dibujos y que se los voy a regalar...

Fue en ese momento cuando Wale'kerü y los Wayuu se comunicaron para hacer lo que hoy es Kanasü, telaraña.

Ruluma es el comején, el que enseñó a remendar a los Wayuu.

Una mujer Wayuu tenía dos telares: un día tejía en el uno y otro día lo hacía en el otro. Todas las noches regaba agua, ceniza caliente o prendía fuego cerca al telar para evitar que Ruluma llegara y éste al darse cuenta decidió hacerle una prueba.

Una noche la Wayuu tuvo un sueño en el que Ruluma le decía: ... tú sí trabajas mucho ... tú sí tejes mucho ... y ella afirmaba: ... yo sí trabajo mucho ... yo sí tejo mucho.

... Entonces Ruluma le dijo: voy a ponerte un trabajo para ver si tú das con él.

Ruluma le picó la tela del primer telar y ella la remendó; luego le picó la del otro telar y también la reparó.

Fué así como la Wayuu aprendió a remendar y fué Ruluma quien le enseñó.

Kanasü lo enseñó Wale' kerü.

Los Wayuu soñaron con un árbol lleno de telarañas en sus ramas. Buscaron el árbol y en su corteza hallaron los dibujos que hoy día son Kanasü.

Cortaron un trozo de la corteza y amarrándolo por el centro con un hilo lo colgaron en el telar para iniciarse en Kanasü..

Con palitos de ese árbol, trenzados con hilos de lana o de algodón los Wayuu forman la Kanaspi.

La Kanaspi es una pulserita que se pone la mujer cuando quiere aprender el arte de Kanasü. Le da inteligencia, creatividad, paciencia!