Nuestras vidas empiezan a terminar
cuando guardamos silencio sobre las cosas que importan
La cobardía hace la pregunta ¿Es seguro?
La conveniencia hace la pregunta ¿Es político?
La vanidad hace la pregunta ¿Es popular?
Pero la conciencia hace la pregunta ¿Es correcto?
Y llega un momento en que uno debe tomar una posición
que no es segura, ni política, ni popular,
pero uno debe tomarla porque es la correcta.
No me duelen los actos de la gente mala,
me duele la indiferencia de la gente buena.
Martin Luther King
Todos hablan de libertad y ven a alguien libre y se espantan.
Hugo Fikelstein
La diversidad pacífica, democrática y constructiva
bienvenida es.
Bienvenida la diversidad que alimenta
el amor, la solidaridad, la esperanza,
la armonía, la alegría, la confianza,
el optimismo y la concreción de los derechos.
París la cuna de los Derechos Humanos,
París que luchó por los Derechos,
París que vivió el Oscurantismo y
que es la Ciudad Luz y la Ciudad del Amor,
como duelen estos ataques a París.
Si la diversidad consiste en ideologías y actuaciones
con las cuales se quita, se roba, se mata, se destruye,
se engaña, se causa dolor y miedo,
la diversidad destructiva
no debe ser bienvenida, promovida, ni aceptada.
Quien promueve y acepta la diversidad destructiva
se convierte en cómplice de criminales y delincuentes.
Iring Festcher en su obra La Tolerancia pregunta:
¿Se puede ser tolerante con los intolerantes?
El INFIERNO consiste en el veneno emocional compuesto por
pensamientos, ideologías y actuaciones
inspiradas por el orgullo, ira, envidia, odio, rabia, resentimiento
deseo, temor, sufrimiento, culpa, apatía y vergüenza
con las cuales se destruye, quita, roba, mata, causan dolor y miedo.
El INFIERNO es el REINO DEL EGO: YO, YO, YO
Y ya sabemos que el EGO es una ILUSIÓN,
no es el auténtico SER.
Un planeta tan grande en el cual no se puede convivir pacíficamente,
la gente no puede habitar la tierra en la que nació,
donde la gente es desplazada
y quienes hacen daño no tienen ningún problema
en causarse daño a sí mismos,
y causarle daño a gente cercana y extraña.
Ampararse en la democracia para destruir la democracia.
Ampararse en la legalidad para actuar ilegalmente.
Ampararse en la diversidad para delinquir.
No solo se daña con los actos terroristas,
también con la corrupción, con las trampas y las mentiras.
Hoy en día desafortunadamente
el espíritu de la destrucción y la mentira quiere reinar
y sembrar un reino de caos, miedo y anti valores,
en el cual el valor esencial de la vida propia y ajena
carece de toda importancia.
Se le está robando a la gente el derecho fundamental a vivir en paz,
se le está quitando a la gente el derecho a la vida,
y se le está negando a la gente la posibilidad de vivir tranquila.
Por donde pasa el espíritu de la destrucción y la mentira
solo hay ciudades arrasadas, bombardeadas y destruidas.
Por donde pasa el espíritu de la destrucción y la mentira
solo hay caos, ruinas, muerte y dolor.
La gente huye de los sitios donde se ha instalado
el espíritu de la destrucción y la mentira,
arriesga su vida y la de sus hijos huyendo de él.
El espíritu de la destrucción y la mentira
quiere volver al Oscurantismo,
retroceder siglos, volver a la Edad Media,
donde el fundamentalismo era de otros y
en nombre de ese fundamentalismo
se torturó y se quemó viva a la gente.
El espíritu de la destrucción y la mentira
está presente en las guerras,
en los conflictos internos armados: hermano contra hermano,
en el caos que estamos viendo y viviendo en el planeta,
Hobbes lo expresó claramente:
el hombre es un lobo para el hombre.
El CIELO es VIDA y ABUNDANCIA:
El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir,
yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.
San Juan 10:10
Sabias estas palabras y muy oportunas:
Cuando el ladrón que es el espíritu del mal
se instala en la vida de una persona, grupo,
organización, comunidad, pueblo, nación o país
hace de las suyas porque activa y alimenta lo negativo.
¿Cómo se puede creer que asesinando a otras personas
y suicidándose se va a entrar al Cielo?
El mundo de esta gente ya es el Infierno
y además a la gente de mente, espíritu y corazón mezquinos
le gusta ser miserable en grupo,
comparten su Infierno a los y las demás.
Sus pensamientos y acciones están llenos de
contrasentidos, contradicciones y manipulaciones:
Gente que habla de verdad y respeto
y su vida es mentira e irrespeto.
Gente que quiere superar la discriminación
desde el asesinato y el suicidio.
Gente que reclama derechos
y niega los derechos y el principal derecho
el derecho a la vida de los y las demás.
Gente que se autoproclama víctima
y atropellan a los y las demás.
Gente que dice querer la paz
y siembra el terror.
LA VIOLENCIA, LA ARBITRARIEDAD, EL DESCONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y HUMANOS ES EL REFLEJO DE LA FALTA DE ARGUMENTO
LA GENTE SIN ARGUMENTOS:
ATROPELLA,
MIENTE,
INVENTA,
MANIPULA,
ROBA,
DESTRUYE,
ASESINA,
DESAPARECE Y
SILENCIA
¿Cuántos París y Bruselas hay en nuestro mundo, en Colombia, en nuestro día a día?
El vil asesinato de las Misioneras de la Caridad y de las personas que cuidaban en el Hospicio en Yemen a manos de unos brutos incapaces de amar y que destruyen a las personas que sirven, ayudan y dan en positivo en este mundo.
Odiar es fácil por Walter Riso
Odiar es muy fácil, amar es un poco más difícil.
Desear la destrucción del prójimo ocurre con una facilidad incomprensible considerando sus implicaciones éticas y psicológicas.
Lastimar innecesariamente a otros, basados exclusivamente en la idea del “ojo por ojo” o en el código antisocial de la venganza, parece ir en contra de toda ley natural, y aún así ocurre.
Odiar es desearle lo peor a otro ser humano.
No es la defensa adaptativa ante un ataque, sino el recordatorio, la alimentación permanente del sentimiento negativo.
El odio no se extingue ni se agota cuando lo utilizamos, más bien se ahonda y se refuerza a sí mismo, durante meses, años o siglos.
De manera similar a lo que ocurre con la dependencia a la drogas, el odio no se sacia, el organismo no es capaz de procesarlo y absorberlo hasta alcanzar el equilibro.
El esquema del odio se autoperpetua en una espiral infernal.
Cuando se intenta equivocadamente aliviar la sed de venganza matando a alguien, es posible que la familia o los amigos de la víctima también recurran a la violencia para “resarcir” la cuestión, lo que hará que los nuevos afectados reaccionen nuevamente con violencia.
La herencia de la muerte que se trasmite como un legado de “honorabilidad”, de generación en generación, de momento a momento.
Paranoia, abuso, acción y reacción, defensa y ataque, la filosofía de la guerra.
El odio es el patrimonio de los depredadores humanos (los animales no odian, solo sobreviven), la justificación emocional que “legaliza” la aniquilación de las víctimas.
El encono emocional extermina el amor, porque se opone a la existencia de la persona.
Es lo del amor espinosista, tal como lo define Comte-Esponville: “Amar es la alegría de que el otro exista”.
En cambio, odiar es negar la existencia ajena, proclamar su “no ser”: “Me da rabia de que existas”.
Pero el odio, también adopta formas menos dramáticas y genocidas.
No siempre atacamos a mansalva, no siempre la agresión manifiesta se impone.
En ocasiones la ira se reprime y la ira se transforma en rencor, en resentimiento, en furia no resuelta que se instala en la memoria emocional y no nos deja en paz.
No hay tranquilidad si mi mente está empeñada en desear el mal.
Odiar: quita tiempo, exige una gran inversión de recursos y amargura, por eso es que el aborrecimiento sostenido enferma a quien lo siente.
Y también genera tristeza, degradación de la vida.
Nadie puede crecer en el odio ni acercarse siquiera a la felicidad porque se opone al hecho mismo de vivir, a la naturaleza del universo.
La aversión obsesiva hacia otro ser vivo nos quita la opción de la convivencia y nos ubica en un campo de batalla minado de negativismo y miserias.
No digo que todo el mundo deba caernos bien. Hay rechazos muy viscerales.
De lo que hablo es de la animadversión vital, de la necesidad imperiosa de querer provocar el mal a un semejante, de disfrutar su desgracia, de recrearse en la malevolencia.
¿El tiempo todo lo cura?: dudo de que sea así. A veces el tiempo alimenta el sentimiento negativo y lo hace más nocivo.
Es mejor estar a favor de la vida, es más saludable disfrutar la paz y más alegre regocijarse en el amor.
Por las víctimas y mártires
del terrorismo y el fundamentalismo
en París y Bruselas
elevamos la Oración por la Paz
de San Francisco de Asís:
Señor, hazme un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tiniebla, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh, Señor, haz que yo no busque tanto
el ser consolado como consolar,
el ser comprendido, como comprender,
el ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe,
olvidándose de sí es como se encuentra,
perdonando es como se es perdonado,
muriendo es como se resucita para la vida eterna.
Amen.
Nuestro Planeta necesita AMOR, AMOR Y MÁS AMOR.
Nuestro Planeta necesita ideologías y acciones
de AMOR, de LUZ, de ALEGRÍA
Nuestro Planeta necesita Seres Humanos: HUMANOS.
Dios es AMOR,
lo que no es AMOR, no puede ser llamado DIOS.