El pasado 17 de junio el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra ha aprobado una resolución sobre la violación de los derechos humanos por orientación sexual e identidad de género (L9/Rev. 1.)
La resolución fue presentada por Sudáfrica con 39 estados copatrocinadores y contó con el voto a favor de 23 países, 19 votaron en contra y 3 se abstuvieron. Durante la presentación, Sudáfrica manifestó: "todas las personas tienen derecho al disfrute de sus libertades y derechos sin distinción de ningún tipo". La delegación de la hermana República del Brasil pidió al Consejo "abrir las puertas, cerradas por demasiado tiempo, al diálogo".
La Resolución L9/rev1 presentada por Brasil y Sudáfrica (apoyada por 39 otros países de diversas regiones) fue aprobada sólo por un voto dado que hubo un total de 23 votos favorables y los votos negativos fueron 19, seguidos de 3 abstenciones. Esto evidencia la fuerte resistencia que existe en los Estados Miembros de reconocer muchos de los derechos humanos, en particular aquellos más fundamentalistas frente a una resolución que desafía sus “valores, religiones y otros aspectos culturales” locales. Un fenómeno que hemos visto recientemente en la Reunión de Alto Nivel de Acceso Universal: el “relativismo cultural”, que no es otra cosa que violencia contra las personas en nombre de una cultura.
En esta declaración el Consejo expresó una seria preocupación por los actos de violencia y discriminación, en todas las regiones del mundo, que se cometen en contra de personas por su orientación sexual o identidad de género. También solicita al Alto Comisionado que desarrolle un estudio que documente las leyes y prácticas discriminatorias en los países, como así también todo acto de violencia contra personas basado en su orientación sexual o identidad de género. Este estudio debe ser presentado a fin de este año e incluye un análisis de cómo las leyes internacionales podrían ser usadas para terminar con la violencia y las violaciones a los derechos humanos.
El documento incluye un compromiso de que el Consejo volverá a tratar el tema por medio de un panel en la 19a sesión, oportunidad en la que se discutirán el seguimiento y recomendaciones apropiadas. Por último, el Consejo se compromete a mantener este asunto entre sus prioridades.
La resolución reafirma la universabilidad de los derechos humanos y señala la preocupación por los actos de violencia y de discriminación basados en la orientación sexual e identidad de género. Su texto propone al alto comisionado de derechos humanos un estudio que documente las legislaciones y prácticas discriminatorias, así como los actos de violencia contra las personas, basados en su orientación sexual e identidad de género, en todas las regiones del planeta. También incluye un panel de discusión para la 19na sesión del Consejo de Derechos Humanos, donde se dialogará de forma transparente y constructiva sobre los resultados del mencionado estudio, que deberá concluir en diciembre del presente año. El texto de la resolución también dispone que el mencionado panel determinará sobre el seguimiento futuro de este tema.
Estados que apoyaron la resolución:
Albania, Andorra, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Bélgica, Bolivia, Bosnia-Herzegovina, Brasil, Bulgaria, Canadá, República Centroafricana, Chile, Colombia, Costa Rica, Croacia, Cuba, Chipre, República Checa, Dinamarca, Dominica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Estonia, Fiji, Finlandia, Francia, Georgia, Alemania, Grecia, Guatemala, Honduras, Hungría, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Japón , Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Islas Marshall, México, Micronesia, Mónaco, Mongolia, Montenegro, Nauru, Nepal, Países Bajos, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega, Palau, Panamá, Paraguay, Polonia, Portugal, Rumania, Rwanda , Samoa, San Marino, Serbia, Seychelles, Sierra Leona, Eslovaquia, Eslovenia, Sudáfrica, Corea del Sur, España, Suecia, Suiza, Tailandia, Timor-Leste, Tuvalu, Ucrania, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Estados Unidos de América, Uruguay, Vanuatu, Venezuela, y la Antigua República Yugoslava de Macedonia.